lunes, 6 de julio de 2009

REVISA TU PERAL…



Sensei Paul Quintero – Monje Zen – Junio 17, 2009


¿Qué dar? ¿Para qué dar? ¿Doy? ¿Cómo doy? – Si para dar algo a los
demás debes hacerte estas preguntas, entonces estás muy atrás en el
camino del Zen. Estas rezagado. Tu espíritu esta confundido.

La práctica de la Vía consiste en tender cada vez más hacia el espíritu “mushotoku”, el espíritu desinteresado, generoso, vuelto hacia los demás. El don, en la acepción amplia del término, es una exigencia del desarrollo espiritual, del espíritu religioso. Puede ser practicado muy modestamente. Lo cual no le resta valor. Por ejemplo, no tomar un alimento que deseamos vivamente. Este acto es un fusé para el mundo entero. Sonreir, dar una palabra de aliento, una mirada limpia y sincera son todas un fusé vivo para toda la humanidad. Tu sonrisa genuina puede sanar a alguien en África hoy. Piensa en eso. Haz del don libre tu práctica diaria.

Un relato Zen cuenta que una anciana le negó una pera a un monje mendicante que se la pidió del peral de su choza. El monje no insistió y siguió su camino. A partir de ese día la vieja no obtuvo ni una pera más de su peral que fue secándose paulatinamente hasta morir. Meditar es también practicar la compasión. Dar. Compartir. Meditar es ayudar al enfermo. De lo contrario meditar es un acto egoísta.

Hay que evitar dar por obligación, por necesidad, por despecho o por miedo al castigo. El fusé no debe ser practicado con vistas a recompensas kármicas; ya que estas no se manifestarán si el espíritu no es mushotoku.

Hace unos días dicté un taller de caligrafía china en Margarita y obsequié varios de mis dibujos a algunos alumnos. En el taller había pintores muy reconocidos…famosos. Mientras regalaba unas de mis obras les hablaba en silencio a ellos y a todos los participantes. Sus obras valen mucho dinero. Pero si a través de sus obras no pueden dar algo a la humanidad, a un enfermo en un hospital, al recoge-latas, esas obras crean un mal karma. Esto es avidez. Si no das, no recibes. Esa verdad no es solamente una verdad Zen. Dar es un comportamiento espiritual. Una joven pintora de la isla, Anne-Marie Herrera, al acompañarme al aeropuerto con su hijo Mateo para tomar el avión de regreso, me obsequió una obra original suya. Esto me impresionó mucho. En ese momento ante mis ojos ella se convertía en Buda. En ese momento ella abrió las puertas de su budeidad. Dar al cosmos es dar a todos los seres. Es quemar el ego. Su obra se convirtió en un medio valioso para iluminarse. Su obra en mi casa puede quemarse, envejecer, desaparecer (evidentemente) pero el espíritu de Anne-Marie ya no volverá a dormir en la ignorancia. La difusión del Dharma (enseñanzas del Buda) es también un bello fusé para la humanidad. Carlos Calderón (otro pintor que tomó el taller) a los pocos días ya estaba usando su Blog para difundir segmentos de la sabiduría del Buda Shakyamuni. Esta carta ha de llegar a ustedes a través de su Blog. Su mente despertó rápidamente y su bondad vuela en las ocho direcciones. Eso es Zen. Dar es una práctica para salir del estancamiento, de la oscuridad, del poder del ego. ¿Cómo está tu peral?

No hay comentarios: